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Este año, igual que todos, viene teniendo sus altas y bajas. Si bien nada de lo que planee el año pasado lo pude llevar a cabo, me trajo cosas buenas.
Me recibí, despues de tantos años, gracias a que tuve un empujon para hacerlo; aprendí a andar en longboard, aunque ya no pueda, en algún momento espero poder retomar; volví a patinar, que es algo que me hace muy feliz.
Reforcé amistades que no apreciaba, perdí otras, y al fin voy a dar el paso que tuve que haber dado hace años.
Volví a descubrir mi pasión por las ciencias, y he de decir que estoy aprendiendo y disfrutando mucho el aprendizaje. Lo mismo con peluquería, anotarme en el curso, y aprender algo que siempre quise, fue una decisión bien hecha, algo que no se por que no hice antes.
Si bien no todo es como me gustaría, la vida no es blanco o negro, hay grises, y caminos que nos hacen conocerlos a todos, que nos alejan de las cosas o las personas, pero que también nos ayudan a crecer, y en algun momento, quiza, nos vuelven a acercar aquello de lo que nos alejaron.
La clave está en no desistir, y aunque cueste, mantenerse enfocado en donde sea que queramos estar.