Cada vez mas, me siento un parásito, robando aire, y energía a los demás.
Ya no tengo luz, ni se como brillar. Quise dar todo de mi, por algo que me hacía feliz, pero nunca es suficiente. Eso me lleva a pensar, que no es que no sea suficiente, sino que mi todo, en realidad no vale nada, que en verdad no tengo nada bueno para dar.
Esperaba que los días se fueran llenando cada vez de más colores, pero solo unos pocos aparecieron, para luego irse borrando, y dejando solo un paisaje sin colores, sin luz, sin esperanza.
miércoles, 21 de junio de 2017
Sin color
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario