viernes, 23 de febrero de 2018

Bestia

A veces sueño que soy un lobo, sediento de sangre. A estos sueños los catalogo como pesadillas, ya que son sangrientos, perturbadores y despojados de la logica y temple de los humanos. Pero la verdad, es que los disfruto, ese sentimiento de fundirse con la bestia, de no ser mas que instintos, movimientos naturales, armoniosos.
Esa sensación de libertad, al notar que la única preocupación es la necesidad básica del momento, alimentarme. Y al hacerlo, al asesinar a mi presa, no verlo como un acto atroz, sino como parte de la naturaleza, como un eslabón de la cadena alimentaria.
Es el sabor de la sangre, el alto ritmo cardíaco, la luz de la luna, el no tener ataduras y sentir la madre tierra bajo mis patas, lo que me hace disfrutar de ese acto violento. Es todo esto, lo que me lleva a amar a mi otra mitad, esa mitad que no se ve, pero que deja huella en cada uno de mis pasos, mi bestia interior.

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